Todo en el Universo son Ondas, frecuencias de vibración, aspectos sutiles de nuestro entorno que nuestros ojos no son capaces de ver.
Los niños interactúan directamente con estas frecuencias.
Esta interacción se da mayormente entre los 2 y 7 años,
y tiene una función protectora y lúdica.
El niño es un libro en blanco
Las conclusiones que el niño grabe en su sistema de creencias durante esta etapa son fundamentales para su desarrollo y en quién se convertirá y cuánto continúe conectado.
Nosotros somos la creación de los que nos guiaron en la etapa de la infancia.
Los niños no se cuestionan.
Creen en la energía porque la sienten.
Juegan con la energía porque les hace cosquillas.
Sanan porque tienen certeza cuando lo hacen.
Creen en la magia, les divierte, aman ser magos.
Hacen Sanergía sin juzgarla.
Están tan conectados con lo que sienten, que saben cuándo tienen hambre y cuando ya no, cuándo irse de un lugar y cuando quedarse.
Los niños se sintonizan con facilidad.
Los niños y los animales están conectados.
No necesitan la Conexión
A partir de los 16 años (con permiso firmado de los padres) pueden ser conectados.
