Sé que cuando comencé a saber de Sanergía fue por una razón, ahora se que fue por una gran razón. Tuve la suerte de asistir a la conferencia en el palacio de congresos, aunque también sé que de algún modo yo lo creé. Desde entonces algo se apoderó de mí, la impaciencia por hacer el curso, por ser Sanergista.
No creo en las casualidades, por lo que sé que estoy haciendo lo que tengo que hacer. Ahora sé que soy Sanergista, así me siento y así actuaré y estaré encantado de honrar a Alessandro y a todos los que practicáis, haciendo lo que he aprendido: sanado a otras personas.
No olvidéis mi nombre, aunque no sepáis mucho de mí, sé que el tiempo unirá aún más nuestra vida. Ha sido un honor y un placer, de corazón.
Estamos en contacto, con amor.